Pechugas de Pollo Gratinadas
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Estas pechugas de pollo gratinadas son diferentes a todas las recetas que vais a encontrar en internet. Es una forma diferente de cocinarlas que hace que sea una de las más entretenidas de todas las recetas de pollo del blog, si no ya me lo contarás cuando la pruebes.
Al usar una parte del pollo como son las pechugas junto a la nata o crema de leche conseguimos un resultado jugoso y con un sabor muy rico, parecido a la que ya hemos visto en el pollo en 2 minutos.
Espero que os animéis a prepararlas una y otra vez, que es el mejor indicativo de que una receta gusta.
¡Vamos a la cocina!
Ingredientes para Pechugas de Pollo Gratinadas
Para Para 4 Personas
- 600 gr. de Pechuga de Pollo
- 1 Sobre de Sopa de Cebolla
- 200 ml. de Nata (Crema de leche)
- Queso Rallado (Al gusto)
Para hacer las pechugas de pollo gratinadas necesitaremos una fuente resistente al horno donde nos entren todos los filetes puestos en una sola capa. No importaría que se pusieran en dos capas pero lo bonito es servirlos con el queso gratinado por encima y con este sencillo truco tendrán una presentación perfecta.
Conectamos el horno a 190ºC con calor arriba y abajo para que vaya precalentando, que esta receta es muy rápida de preparar y necesitaremos el horno a punto.
Preparamos los filetes de pollo limpiando las pechugas de restos de grasa y huesecillos que pudieran traer, y lo fileteamos, en caso de que no vengan ya cortados previamente.
Abrimos el sobre de sopa de cebolla y lo ponemos en un recipiente amplio porque vamos a pasar las pechugas por encima, como si estuviéramos empanando los filetes, vuelta y vuelta para que con la humedad de la carne se impregnen bien por todos lados. Y a continuación los iremos colocando en la fuente de horno que teníamos preparada.
Vertemos por encima la nata o crema de leche procurando repartirla bien por encima de toda la carne, aunque en el horno se va a extender y llegará perfectamente a todas.
Llevamos la fuente a la parte central del horno y la tendremos cocinándose por espacio de 20 minutos. Al sacarla vemos como el pollo ya está completamente cocinado.
En este momento le ponemos encima el queso rallado bien repartido y lo volvemos a introducir en el horno.
Te recuerdo que antes el calor lo habíamos puesto arriba y abajo, ahora, como se trata de gratinar, solo lo pondremos por la parte de arriba, así conseguimos ahorrar tiempo de cocinado.
El pollo debe estar en el horno hasta que veas que el queso se ha derretido y se ha formado una bonita capa dorada encima. Ese será el momento de sacarlo, esperar unos minutos a que se temple y llevarlo a la mesa.
¡Espero que te haya gustado!
Consejos.-
Si lo acompañas de unas buenas patatas fritas o una ensalada quedará un plato muy completo y sin nada de esfuerzo en la cocina.
También puedes añadirle un chorrito de vino blanco cuando le pones la nata para darle sabor, con lo que estará todavía más rico.
Escrita por: María Jesús
Publicada el 8 mayo 2017