Mantequilla Casera
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Hoy quiero enseñarte a preparar mantequilla casera. Es un proceso realmente sencillo que merece la pena conocer y llevar a la práctica.
Se conoce cómo elaborar mantequilla desde e el año 3500 a.d.C. Ya los pueblos en esa época batían la nata en pieles de animales. Con el paso del tiempo se usó como producto de belleza y como manjar en las clases más favorecidas de la sociedad.
Podemos encontrarla elaborada con las leches de varios animales o de origen vegetal. Además en su elaboración puede hacerse sin sal, con sal o con azúcar, dependiendo del fin que le vayas a dar.
Así que hoy la vamos a hacer con sal, de todas formas si la quieres sin, lo único que debes hacer es omitir ese paso y listo. Es ideal para desayunos, en una buena tostada o untada en unas cortitas, también puedes usarla en la elaboración de bizcochos, de una buena salsa bechamel, o en preparaciones como este «pollo a la mantequilla», cuyos únicos ingredientes son el pollo y la mantequilla.
¿Cuál es el secreto de su preparación? Pues de esta que te propongo es, sencillamente, el porcentaje de grasa que lleva la nata, que debe ser superior al 35%. Nada más. Con ese sencillo requisito te garantizo que saldrá sencillamente exquisita.
Debes elegir la mejor nata que puedas encontrar, eso garantizará la mejor mantequilla. Una vez que la tengas preparada puedes hacer derivados como la mantequilla con ajo o la mantequilla a las finas hierbas como esta que nos trae Directo al Paladar ¡Menuda idea! Seguro que te apetecerá probar.
¡Vamos a la cocina!
Ingredientes para Mantequilla Casera
Para 350 - 400 gramos de Mantequilla
- 1 Litro de Nata o Crema de Leche de más de 35% de Materia Grasa
- 1/2 Cucharada de sal (es orientativo)
Cómo hacer la mantequilla
Si nunca has hecho mantequilla en casa lo único que tienes que tener a mano es una batidora y, a ser posible una gasa o algún tejido que filtre bien.
Para la elaboración de la mantequilla lo primero que haremos es poner la nata en un recipiente, a ser posible con las paredes altas, y empezar a batirla primero a una velocidad más bien baja. Puede batirse a cualquier velocidad, pero se te va a poner la cocina perdida de salpicaduras como te pases así que por eso te recomiendo ir un poquito más lenta.
Tras aproximadamente 5 minutos vas a ver que se comienza a montar la nata, queda preciosa con el paso del tiempo. A estas alturas ya le puedes poner la máxima velocidad de tú batidora, que ya no hay peligro 🙂
Conforme el tiempo sigue avanzando y nosotros batiendo, la nata empieza a bajarse y, poco a poco, va adquiriendo una apariencia como a «cortada», con un aspecto cada vez más feo.
Un poco más adelante podrás observar como empieza a separarse en «bolitas» y a aparecer leche, más bien suero de leche, que otra vez te salpicará y tendrás que bajar la velocidad. Este es el momento en el que yo le agrego la sal, en caso de que se la vayas a poner. Como aún estará batiéndose un par de minutos así me aseguro que se reparte de manera uniforma por toda la mantequilla.
Así que, resumiendo, en 15 minutos hemos pasado de tener la nata líquida a la mantequilla hecha pequeñas bolitas junto al suero de leche. Ahora hay que separarla y hacer el «untable» para conservarlo.
Cómo separamos la mantequilla del suero de leche
Encima de un recipiente (no importa que sea alto o no, solo es para recoger el suero) colocamos una gasa y echamos encima toda la preparación que hemos batido. Unimos los extremos de la gasa en alto y apretamos bien la mantequilla dentro del paño. Con esto veremos que correa el líquido y al abrir la gasa…¡Tenemos nuestra mantequilla lista y ya terminada!
Lo único que queda por hacer es llevarla a unos tarritos y cubrirla con film transparente o ponerla en un tupper donde la podremos cerrar más herméticamente y mantenerla por más tiempo.
Y así es como se hace la mantequilla. Fácil, ¿verdad?
Etiquetas: nata
Escrita por: María Jesús
Publicada el 14 abril 2017